lunes, 1 de julio de 2013

MILHOJAS DE MERENGUE



    Nunca me ha gustado la nata montada, y mucho menos, las tartas estas que te dicen trufadas, y que consisten en añadirle cacao a la nata. Sólo la tolero en el tiramisú y en algún brazo de gitano con fresas. Por cierto odio pedir algún postre y que te lo presenten a modo de estilo sofisticado un chufletazo de nata de bote y un enrejado de sirope, en cualquiera de sus gustos: menta, chocolate o caramelo. Te pueden estropear una comida correcta en cuestión de un minuto. A cambio me vuelve loca el merengue, en cualquiera de sus usos: los cuernos, las milhojas, la tortada murciana.... De pequeña unos vecinos, cuando bajaban a la capi, a veces traían unos  pasteles consistentes sólo en merengue, supongo ahora que estaban secados por el horno, eran gigantes, a veces eran de con sabor a café. Yo solía comérmelos a escondidas, para que no me pillasen. Nunca me riñeron por esta pequeña travesura,..




  No me han quedado perfectos, ya lo veis por las fotos. Y respecto de las cantidades y formas, como están basados completamente en esta entrada de mi admirada biscayenne, voy a limitarme a poneros las fotos del proceso. Y respecto del hojaldre, está totalmente basado en esta de Webos Fritos. Parece mentira, y entonces qué he hecho? Intentar recrear un dulce que me apasiona.


INGREDIENTES


PREPARACIÓN


El primer paso del merengue: montar las claras, con un poco de sal y unas gotas de zumo de limón... Cuando se formen unos picos blandos, añadimos dos cucharadas de azúcar


 Mientras hay que hacer el almíbar con el resto del azúcar y el agua (proporciones, en el enlace que os he dicho)






La temperatura




Y cuando llega a los 120º reglamentarios, se añade a las claras montadas, en un hilo fino:




   Y se consigue un merengue fabuloso, consistente y lo bastante duro como para querer esculpir alguna tarta maravillosa. Y ahora viene el problema: lo he dejado como una hora solito y mondo, mientras preparaba otras cosas y, seguro que debido al calor en mi cocina, la temperatura del horno encendido y el de 29 de junio.., pues ha perdido esa consistencia maravillosa, o quizás es que no lo he batido lo suficiente..Seguiré intentándolo, pues una de las recetas que siempre he hecho es la tortada murciana, en la que el merengue es tan fundamental. Si no la he puesto todavía es por el tema del merengue: espectacular al principio, pero luego el azúcar se precipita y adiós preciosidad...

 Bueno sigamos, el hojaldre antes de entrar en el horno..


  El hojaldre tras salir del horno:

    

  Las dos oscuras son las que estaban abajo y la clara es la que estaba hacia arriba).



  He cortado las porciones antes de rellenarlas con el merengue, no me fiaba de mis cuchillos.






Luego la otra capa de hojaldre, de nuevo merengue, de nuevo hojaldre





Espolvoreo con ayuda de un colador de malla fina, azúcar glasé por encima:



  He recortado unas tiras de papel para poder hacer el enrejado, la verdad es que las manualidades no son lo mío... Además conforme repartía la canela, me ha salido la vena rata y pensaba... madre mía qué desperdicio.. cuánta canela desperdiciada


Y así ha quedado:




  Preguntas, alternativas, posibilidades

  No voy a dar ninguna, pues como habéis visto he seguido las indicaciones de dos blogs a los que respeto y admiro. Y si alguna vez leyesen esto... espero que no se molesten por perpetrar sus recetas.

 Mi hermana dice que demasiado dulce el merengue, algo pringoso por el almíbar que iba perdiendo, pero que el hojaldre y el sabor de la canela perfectos.

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