SOPA MAIMONES

      He dudado mucho a la hora de publicar esta receta, puesto que no es uno de los platos que más me gusten. Pero como la intención principal del blog es recoger los platos de mi madre, y, además, no que quisiera discriminar a nadie,.., pues aquí está esta sencilla sopa que puede que apetezca más en temporada de invierno.

      Ella, en su dicción murciana, le llama "mihmones", y buscando en internet, me la he encontrado con las dos acepciones, mimones y maimones, aunque parece que la más correcta es la del título. También, la mayoría de las recetas llevan jamón, cosa en la de casa, ni lo huele. Es un plato que aprendió de mi abuela paterna, Ana, una malagueña pequeñita, de la que recuerdo sobre todo su deje andaluz, un vocabulario algo particular y las ganas de reirse en cualquier circunstancia.  Mi madre dice que no ha conocido a nadie que supiese freir mejor las patatas y el pescado, y de las pocas cosas que transmitió es este agradecida recetilla, muy rápida y fácil (otro día publicaré la sopa de mahonesa, también proveniente del saber de mi abuela y, para mi, la mejor de todas las recetas de este estilo).

    INGREDIENTES

    (Para dos personas)

     Un pimiento.

     Un tomate.

   

      Media cebolla.

      Dos ajos.

      Pan duro, aceite, pimentón, agua y sal.

      Dos huevos-

   PREPARACIÓN

   Cortamos los vegetales.

   Calentamos un poco de aceite en una sartén y vamos friendo la cebolla, el ajo, el pimiento y el tomate.

  Una vez pochados, incorporamos el pimentón. En una cazuela ponemos agua, el pan, y añadimos el sofrito.

  Unos diez minutos después, le escalfamos un huevo por persona.

Y definitivamente: 

!Buen Provecho!

 Alternativas, preguntas, posibilidades

      Esta sopa es una hermana de las sopas de ajo, ésta última no lleva tomate y pimiento (como siempre, en casa) y quizás prima hermana de la sopa de cebolla francesa...

      Por supuesto si se enriquece con unos tacos de jamón, pues eleva un poco la categoría del plato.

      El pan que se utiliza se corta en pequeñas rebanadas, lo que ocurre que estaba tan duro que no era posible cortarlo... sin problemas, con ayuda de la cuchara de madera, a medida que iba cociéndose, se deshacían los trozos.