viernes, 6 de diciembre de 2013

SOLOMILLO WELLINGTON



 
        Hace unos días una amiga, Cristina, me preguntó si las recetas que publico son habituales en casa. Y le contesté que sí, alguno son más frecuentes que otros, pero hasta hoy, todos son los "sospechosos habituales". Y voy hoy y publico ésta, que jamás había preparado de esta manera. Coherente que es una.

        La verdad es que la llevo en la cabeza desde que lo vi preparar en un reality de cocina, ya no sé el nombre, supongo que en Master Chef (no suelo ver este tipo de programas, me enfada, pero no me pierdo ni uno solo de los comentarios de "Cocinar con-Ciencia") y recordé una de las recetas de la colección a la que pertenece mi libro perdido y hallado.



       Ya he hablado en otras ocasiones lo que me gusta leer manuales de cocina, cualquiera de ellos me basta para pasar un gran rato, me entretengo viendo técnicas, procedimientos y, lo que más me gusta, aprendiendo nombres de platos. Todos me parecen preciosos y sugerentes: Peras Bella Elena, Piña Sarah Bernat, pollo Marengo, pasta a la Norma, .... y el que hoy me ocupa, solomillo Wellington. 
   
     Fue en la receta de este libro, y estoy segura de ello, a pesar de haber leído miles de recetas, donde vi por primera vez la palabra "farsa", aplicado a la cocina, un relleno en este caso vegetal.



    El primer duque de Wellington fue un general británico, Athur Wellesley, que derrotó a Napoleón, con la intervención decisiva del ejército prusiano, en Waterloo. Previamente había luchado contra el ejército francés, y derrotado, en suelo español y portugués, así que bastante tiene que ver en nuestra guerra de la Independencia (wikipedia dixit).

     El caso es que existe este plato nombrado en honor a este militar y noble inglés, lo cual no quiere decir que fuese su plato preferido ni nada por el estilo. En un mundo tan fatuo como éste, no perdamos la perspectiva, la comida es imprescindible y la cultura alrededor de ella es interesante y bonita, pero mientras haya una sola persona que muera en el mundo por falta de alimento o simplemente que pase hambre, todo esto son banalidades con las que entretenernos.


   Procedamos con la mundanal inconsciencia:

  INGREDIENTES


   Solomillo de ternera (en este caso algo más de 500 gr, después de limpio de grasa y telos, quedó en unos 350 gr)

   Setas al gusto (en este caso, un paquete de setas variadas congeladas de Mercamona)

   Paté para dar un poco de consistencia a la farsa

   Una lámina de hojaldre 

   Sal, cebolla, aceite, pimienta negra

  




PREPARACIÓN


      Salpimentamos el solomillo completamente, lo cubrimos con una película de aceite y lo ponemos al horno previamente calentado, unos veinte minutos a 180º. Lo utilizaremos cuando esté frío, por tanto es mejor prepararlo el día de antes

     

         Preparamos la farsa, friendo cebolla y las setas escogidas (estas también deben estar frías, a la hora de utilizar el hojaldre).





          Extendemos la lámina de hojaldre, ponemos encima las setas, ya frías, y unos pequeños trozos de paté:





        Ponemos el solomillo encima de la base de setas y paté, procuramos que la farsa rodee todo el solomillo y hacemos un paquete con el hojaldre, como si fuese un sobre, quitando el exceso de la lámina.  Sellamos los bordes con un poco de agua





  Y adornamos al gusto/habilidad/posibilidades:






Lo ponemos al horno previamente calentado, calor arriba y abajo, 180 º, vigilando para que no se pase, unos diez o quince minutos, dependiendo del hojaldre.

Y et voilá!:








Otra perspectiva, donde se ve la poca habilidad que tengo con los adornos...






Una foto del corte





    Preguntas, alternativas, posibilidades

     - Utilizar otro tipo de carne es perfectamente factible, yo lo he probado este verano preparado por una amiga, Carmen, con solomillo de cerdo, buenísimo. 

     - En este caso he utilizado algo de pate, para dar consistencia y un sabor distinto, en la receta del libro en el que me baso, este ingrediente no aparece por ningún lado, aunque sí utilizan un licor (jerez) y nata, para dar un sabor distinto a los champiñones. 

     - En cuanto a las setas variadas, el que utilizo se supone que lleva boletus en su interior, con su sabor particular. Si tenéis la suerte de vivir en un lugar con variedad de las mismas frescas, no lo dudéis,

 - No me ha quedado un solomillo sonrosadito o poco hecho, como mandan los cánones que hay que comerse este tipo de carne... ya, lo sé, en mi caso es que apagué el horno, pero dejé la fuente dentro para que se enfriase.. el caso es que siguió cocinándose. En mi familia no hay ninguna predilección por las carnes poco hechas o sonrosadas, o sea que fue un éxito. En la mayoría de las recetas tan solo la sellan en la sartén, y se supone que se hace con el gratinado del horno... hay cuarenta mil manuales de cuanto tarda en hacerse en función del peso, hay tan sólo que consultar cualquiera de ellos. Yo lo presento como me lo he comido.


2 comentarios:

  1. El color dorado del hojaldre me encanta y la mezcla de ingredientes que lleva dentro tiene que ser espectacular. Muy apetecible..
    Cuando tenga ocasión haber si me sale.Muchos besos. Loli.

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  2. No es nada díficil y queda espectacular. Anímate y me cuentas. Respecto del hojaldre, comprado, si tienes posibilidad vete a un Lidl, la venden fresca en los refrigerados y por ahora es la que me mejor resultado da (en mi opinión). Besos para todos

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